Viernes noche

Hoy es muy tarde, también, pero los que me conocéis sabéis que el viernes se lo dedico, siempre que puedo, a mi hijo. Hoy, además, hemos estado buena parte de la tarde merendando en casa de mi amiga Esther y configurando, en lo posible, su nuevo IPad 2. Lo que me lleva a hablar de la tecnología y el siglo XXI.

Todos conocéis, sobradamente, mi afición a los gadgets, pero no es gratuíta ni inexplicable. Soy una perezosa existencial y por tanto siempre busco lo que me permita dedicarme a mi única afición confesable, NO HACER NADA.
Muchos estáis acostumbrados a verme artilugio en mano, sea una agenda electrónica Psion, una Dell, un netbook, un tablet, y ahora un IPad. No hay más razón para el despilfarro monetario que poder hacer más llevaderos los quehaceres diarios. Y conciliar, a mi modo y antojo, la vida laboral y familiar. Con mi IPad (1, o sea viejo) puedo hacer mi trabajo, al tiempo que superviso las tareas escolares de mi hijo, puedo revisar expedientes en mi programa de gestión en la web, y repasar jurisprudencia on line, en pijama y tumbada en mi cama.
Yo aprovecho la tecnología y vivo en el siglo XXI, si no se escribir con pluma de ganso, porqué debo vivir sin aparatejos si me encantan y me facilitan el trabajo?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobresaltos.

Tan deprisa, tan despacio.

Somos personas y esto una pandemia.