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Mostrando entradas de diciembre, 2012

Derecho de familia obsoleto.

No es la primera, ni será la última vez, que desde aquí, alzo mi voz contra la obsolescencia del derecho de familia, especialmente en lo referente a relaciones paterno filiales y alimentos. Seguimos con el mismo régimen, vicios y tics, desde hace treinta y un años, y en este tiempo la sociedad ha cambiado radical y profundamente. Las custodias automáticas para las madres, los alimentos exclusivamente manejados por las madres, que además lo deciden todo sobre el menor en solitario. En definitiva una patria potestad vaciada de contenido por un ejercicio omnipotente de la guardia y custodia. Ella decide si se ve o no a los menores, y si no permite las visitas, nadie le hace nada, lo más, tras varias, muchas, demasiadas denuncias, le ponen una multa que paga con cargo a los alimentos de sus hijos. Nadie controla que ella "ponga" su mitad de alimentos, y no me sirve la demagogia de que convive con ellos, pues de ese dinero abonado por el padre se paga luz, agua, comida, etc,

Comer en el despacho.

Estas últimas semana he comido en el despacho varios días, unos por obligación , otros por voluntad propia para poder tener un rato de tarde libre. He comprobado varias cosas, la primera, que entre las dos y las cinco, no te molesta nadie, está todo el mundo comiendo o echando una mini siesta. La segunda, que como no cortas del todo la rutina laboral, es más fácil retomar el hilo del trabajo. La tercera, que me estoy planteando seriamente cambiar mi jornada partida por una continua de nueve a cinco, aunque mi familia saldría perdiendo!. El único inconveniente del horario seguido es que tengo que cambiar la ancestral tradición, mañanas de Juzgado, tardes de Despacho. Los clientes se han ido acostumbrando a que los cite a las 4, 4:15, ahora sólo falta que acepten venir a las 3 o las 3 y media. Los Procuradores hace tiempo que dejaron de enviar faxes, todas las notificaciones van por email y esos los recibo en el móvil o en el IPad. Creo que me voy a decidir, !Año Nuevo, Horario Labo

Y sigue apoyando al Ministro

El Presidente del Gobierno, convencido de que tiene que hacer reformas, hace y permite a sus Ministros hacer, las menos útiles y las que consiguen concitar todas las animadversiones. Ningún Ministro de Justicia, y tenemos muchos de infausto recuerdo, había sido capaz de poner de acuerdo, en su contra, a todos los juristas, abogados, jueces, fiscales y secretarios, pues éste lo ha conseguido. Todos estamos contra su política. Sr. Rajoy está usted tardando demasiado en cesar al impresentable de Justicia.

Aborrecimiento.

Hay días en que aborrecemos el trabajo ingrato, a los clientes desconsiderados y groseros, a los funcionarios despreocupados, a los compañeros abusones. Y nuestro mundo se desmorona sin remedio y nos deprimimos y queremos colgar la toga, nuestra vida dedicada al derecho agriada por extraños a los que no les importamos nada. Hay gente, demasiada, que no respeta a nada ni a nadie, y se ganan a pulso que lis aborrezcamos.

Probar la inocencia.

Llevo demasiado tiempo en este mundo para creer que el único precepto constitucional que se cumple es el de la presunción de inocencia. Mi trabajo diario se reparte, en lo criminal, entre tratar de probar la inocencia de mis clientes y la culpabilidad de los contrarios. La imposibilidad de acreditar la inocencia de alguien debería conducirnos a traer a la realidad el derecho fundamental, pero el mismo es constantemente vulnerado, pero no quebrado. Por desgracia nos movemos en una Justicia criminal que se aposenta sobre opiniones, conjeturas, suposiciones y percepciones, rara vez sobre sólidas pruebas materiales, si exceptuamos personajes y delitos muy concretos. Si un abogado norteamericano tuviera que enfrentarse a nuestro sistema de justicia penal se escandalizaría por la palmaria ausencia de soporte probatorio de nuestras condenas, aunque las instrucciones ocupen tomos y tomos y tomos. Ni una huella, ni una prueba corporal, ni un documento firmado y adverado de autenticidad, NA

Cambio de chip

Creo haberlo comentado, estoy reciclándome, y aprendiendo cosas nuevas. Mi curso nada tiene que ver con el derecho y mi formación jurídica es una ayuda y un handicap. Lo primero que tengo que cambiar es el espacio físico y la interacción con mis futuros nuevos clientes. Se acabaron las barreras físicas entre las partes y tomar notas y dar la solución al problema. No se sí tras tanto años de hacer la misma cosa, estaré capacitada para cambiar el chip, pero voy a intentarlo. Al menos ya he aprendido una cosa de mi curso, los problemas no son míos, son suyos, ahora sólo me falta ponerlo en práctica.

Sustituciones.

Llevo los dos últimos meses chocando contra un muro absurdo de malinterpretaciones del Código Penal y de un Auto de Suspensión/Sustitución de una pena privativa de libertad. Cuando se condena a una pena, lo primero de todo es, que el obligado a su cumplimiento es el único que puedo hacerlo. En caso de dar una interpretación diferente a este principio elemental del derecho punitivo, estaríamos ante la paradoja de que te condenan a ti y cumple él, "reductio ad absurdum" ejecutan con garrote vil a mi vecino. Si eso fuera aceptable, jurídicamente hablando, que no lo es, aunque se empeñen en la Audiencia, alguien en su sano juicio cree que Mario Conde o Jesus Gil o el "Cachuli", o Bolinaga, o Josu Ternera o el exPresidente de la CEOE, hubieran pasado ni un solo minuto en un Centro Penitenciario. Parece coherente que esto sea el abc de quien tramita, a diario,ejecuciones penales, pues no lo es. En manos de quien estamos nosotros y nuestros clientes?.

Trabajar en balde.

El viernes, después de estudiar un asunto, presenté un recurso de apelación contra un Decreto de un Secretario en una Ejecutoria y hoy me resuelve en otras tres iguales en el mismo sentido que debió resolver el recurso de reposición que me desestimó y que me obligó a recurrir la semana pasada. Yo, a eso, le llamo incongruencia. O tal vez debería llamarle miedo al Letrado contrario. El caso es que podría haberse/haberme ahorrado tiempo y estudio y sin embargo me ha hecho perder ambas cosas. En lo personal lo aprecio, pero .... También puedo llegar a creer que no ha sido su culpa exclusiva, y que los gestores y/o tramitadores, cuyos conocimientos técnicos limitados les convierten en influenciables, han intervenido provocando el desaguisado involuntariamente. El resultado es el mismo, yo trabajo doble y cobro lo mismo.