Tan deprisa, tan despacio.

Un muy concreto Juzgado de aquí, anda en estos últimos tiempos muy desquiciado. 
Siempre hemos podido presumir de su eficiencia y su celeridad, cosas imprescindibles, dada la materia que resuelve. Sin embargo, pese a que no se han producido cambio importantes en el personal de la Oficina Judicial, sus retrasos, en la resolución de determinados asuntos, además de inexplicable, es intolerable.
Dos Sentencias pendientes desde el 17 de diciembre, ambas fundamentales, sin dictarse, y un Auto bastante accesorio, ya dictado, cuya vista se celebró no hace diez días.
Los retrasos eternos cuando el asunto lleva cuentas matemáticas, siempre se han producido en ese Juzgado, pero ahora hablamos de otra cosa, de medidas urgentes e importantes, pero parece que le da igual, a quien ha de poner las resoluciones.
El de la toga con puñetas, está, literalmente, a un paso de una estupenda queja ante el CGPJ y una reclamación patrimonial.
Ya sé que no lee estas líneas, pero los que si las leen y lo conocen, que se lo cuenten.

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