La desidia intelectual

Llevo mucho tiempo empecinada en una estéril batalla en dos frentes, contra mi misma y contra el mundo en el que vivo.
Cada mañana me rebelo y cada noche doy, nuevamente, por perdida esta guerra interior. Quisiera sentirme menos concernida por la falta de voluntad, de ganas de cambiar, e incluso, de la nula inteligencia que afronto a diario y por el exceso de acomodación y rutina que pervierte la vida judicial cotidiana. A la vez, me reprocho mi incapacidad para hacer que esto trasmute en algo mejor.
La desidia ha hecho presa, como un bulldog, en el Foro. Hemos acabado asumiendo comportamientos, no sólo relajados, si no incluso alegales por comodidad, por evitar la confrontación que creemos (sabemos) perdida de antemano.
No es la primera vez, ni será la última, que desde esta bitácora, declaro abiertamente mi envidia por los Foros extranjeros, desde el francés al norteamericano, del inglés al alemán. Los italianos no entran entre mis admiraciones, por razones obvias y no tan obvias.
Quisiera ser una abogada francesa (son muy elegantes, en general en todo), con un Fiscal estadounidense (con una capacidad de maniobra e investigación plena), un Juez británico (imparcial y con peluca ;) ) y una oficina judicial germana (con una eficiencia y eficacia que no necesita ser explicada).
Ya se que es imposible, pero con esta ensoñación calmo mi desasosiego.

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