La concentración de ayer en Madrid.

No suelo hablar de política, y hoy tampoco voy a hacerlo, quiero hablar de Justicia y de cumplimiento de la ley.
Ayer las víctimas del terrorismo nos convocaron a una concentración en Madrid para pedir que el Gobierno, el actual y los futuros, no pierdan de vista las obligaciones que, como titular exclusivo del uso de la fuerza y de los resortes jurídicos, policiales y penitenciarios del Estado, por delegación de los ciudadanos, le competen.
En mi opinión letrada, el Comunicado de ETA, es sólo un comienzo.
Ninguno de nuestros delicuentes, sean contra el patrimonio, sean contra las personas, por el mero y simple hecho de decir "no lo voy a hacer más" queda exonerado de sus responsabilidades criminales anteriores, ni se les indultan las penas por cumplir, ni se les exime de las órdenes de alejamiento, ni nada similar. ¿Ellos son diferentes? No lo son, si son juzgados por el único Código Penal existente, deben cumplirse las mismas circunstancias y consecuencias previstas para todos los delincuentes. Esto forma parte de lo que nos gusta llamar la seguridad jurídica del Estado de derecho.
Esta es mi opinión, la podeis compartir o no.
Como abogada, ni siquera me planteo que un maltratador, un ladrón, un estafador, un traficante, un violador... pida que se le apliquen indultos, previos a ingresar en prisión y cumplir una parte sustancial de su condena, porque salga en la televisión encapuchado y con txapela diciendo que cesa definitivamente su actividad criminal, y que el Gobierno tiene que sentarse con él a negociar las condiciones futuras de su estancia fuera de la cárcel, incluyendo las indemnizaciones a percibir por su primo el de Algeciras, al que mató la droga que transportaba en el estómago, y el de Santander que perdió un brazo en un atraco en Salamanca.

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