Los males de buenismo

Esta tarde he recibido una sentencia de divorcio de un asunto del que ya he hablado.
Al leerla no he podido evitar pensar en lo perverso que resulta lo "políticamente correcto", en el daño que hacen los bienintencionados.
Es terrible pensar que, porque a una tía que le ha visto un día durante hora y media, le parece que lo "bueno" es que las relaciones madre-hijo estén normalizadas. Se obligue a un adolescente de 15 años a pasar por los Servicios Sociales de Base durante un tiempo para que ACEPTE QUE SU MADRE, QUE PONÍA LOS CUERNOS A SU PADRE UN AÑO ANTES DE ECHARLE DE CASA, QUE JURÓ QUE NINGÚN HOMBRE ENTRARÍA POR SU PADRE, Y A LA QUE PILLÓ MORREÁNDOSE CON EL AMANTE, EN EL PASILLO DE SU CASA A LOS DOS DÍAS, TIENE UNA NUEVA RELACIÓN DE PAREJA.
Dios!!!! Es antinatural, ese crío ha sido traicionado, en menos de una semana, por su madre de todas las maneras posibles.
Esa es una mujer sin el mínimo decoro y con un nulo respeto por sus hijos, una egoísta insensible y farsante, que se presenta en el Juzgado como una madre amantísima, y que, a la vez, se emborracha el día de la Comunión de su hijo menor ( el que está bajo su custodia) dejándole sólo con su amante.
De verdad esa mujer merece que se gasten recursos públicos para que ella satisfaga su asqueroso ego y pueda decir a la familia de su amante que ha doblegado la repulsión, el asco, el repudio, la traición que ha provocado con su inmoralidad en un chaval de 15 años?
Ese hijo, por su culpa, probablemente sea incapaz de mantener una relación de pareja sana, ya que la desconfianza que ha sembrado en él, es improbable que se desarraigue.
Pero os digo una cosa, la psicóloga y la trabajadora social, de manual obsoleto, prejuicios sesentayochista y feminismo estúpido y trasnochado, creen que es más valiosa la aceptación del hijo de que su madre es una amoral, que la terrible influencia que esa inmoralidad tiene y tendrá en su hijo.

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