El demonio ocioso

Hoy sábado no tenía ganas ni necesidad de hacer nada, así pues he estado matando moscas con el rabo ( como el demonio que nada tiene que hacer ) sólo que en mi caso eso se traduce en salir de compras, aunque sean unas medias.
El asunto es que no me he limitado a los pantys. Y es que, dado que un juicio también es una representación teatral, necesita su vestuario y no me digáis que la toga lo tapa todo, el antes y el después son importantes, y como para mi el juicio del día 31 es la última representación de una obra que he tenido siete años en cartel, merece el atrezzo pertinente.
Pues eso, que he me liado la manta a la cabeza y me he comprado una maravillosa chaqueta de corte militar en paño gris, divina. Ahora me falta una parte de abajo con el suficiente empaque.
Tengo aún unos cuantos días, pero si encuentro lo que busco, me plantaré unos pitillos azules de hace tres temporadas que le quedan bien.
NO TODO VA A SER TRABAJO. ; )

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