Abogados y sardinas

Esta mañana, según me han contado, en la Audiencia se ha vivido una situación bastante cómica.
El calabozo de la Sección Primera parecía el camarote de los Hermanos Marx (o una lata de sardinas negras).
Se celebraba un juicio del Penal en la Sala de arriba, ya que, como eran 11 los imputados y casi otros tantos los abogados, no cabían en la Sala del Penal.
En fin, que en un momento determinado, mientras se cerraban las posibles conformidades, tropecientos togados rodeaban al Fiscal, dando como resultado una situación a la que es preferible verle la vis cómica que la trágica.
La lección que nos da esto es que la justicia tiene unos medios arcaicos para el siglo XXI. Si no nos dan los medios, es imposible que seamos capaces de dar empaque a nuestro ritual.

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