Reconciliación

Ayer tras varios días alterada y no empezar la mañana de la mejor manera posible, tras la comida me reconcilié con el ser humano.
Os cuento, tuve un asunto de oficio para quitar una pensión compensatoria a una señora que ganaba el triple que el pobre marido, se ganó en Primera Instancia y en la Audiencia, y luego fue un verdadero calvario ejecutarla, y también se consiguió. El pasado viernes en mi correo había un aviso de recibo de una carta certificada, hoy lo he recogido, era una felicitación de Navidad de mi cliente y un décimo de la lotería del Gordo de la bruja de oro. Me hizo una ilusión inmensa, mi cliente no gana ni seiscientos euros al mes de pensión y aunque han pasado seis meses desde que ejecutamos la sentencia, de ha acordado de mi.
Luego, una amiga mía, que antes fue cliente, me envió un precioso mail sobre las mujeres cuarentonas que me encantó y con ambas cosas conseguí la reconciliación que necesitaba para instaurar en mi, hasta el 7 de enero, el "espíritu navideño".
Además, y para rematarlo, esta mañana me han traído a una querida amiga y compañera de la Universidad a una reunión que teníamos y ha sido una sorpresa muy agradable.
Con el único que no consigo la reconciliación es con mi hijo que me dice que no tengo tiempo para él. Así que esta tarde, el trabajo de despacho, como no tengo ninguna cita, se traslada al salón de mi casa.

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