Indignados jurídicos

Tras haberos posteado ayer el Auto sobre los intereses, hoy si hace al caso el título del post.
El compañero que me lo facilitó lo introdujo con una carta que lo explica. Él es un buen Letrado y sobre todo una buena PERSONA y el asunto que terminó con esa resolución era un tema de conciencia que le hizo sudar tinta jurídica hasta que encontró una opción razonable y razonada a su voluntad de ayudar a la familia afectada.
La recompensa que recibió es incluso mejor que su grandísimo esfuerzo como abogado, un muñeco de madera hecho expresamente para una de sus sobrinas. Cuando uno da lo que tiene, dar quiere. Y aquí podemos usar perfectamente el "do ut des". Él Letrado dio su formación, su tesón, su voluntad y maestría profesional, su experiencia legal. El cliente su gratitud y su trabajo (los bienes más preciosos que poseía).
Es una bella historia, con final feliz, del denostado Turno de Oficio.
La mayoría de la gente piensa y opina que los Letrados del Turno se desentienden de los asuntos. No niego que alguno habrá que lo haga, pero los demás se vuelcan en ellos, aunque sólo sea por pundonor y honra profesional, y ponen al servicio de ese cliente que no le pagará directamente, si no vía impuestos, todo su saber y buen hacer, todos sus conocimientos y recursos.
Los indignados jurídicos, los letrados que se rebelan contra las injusticias con las armas legales, jurisprudenciales y doctrinales, reciban desde esta modesta bitácora mi aplauso y reconocimiento.

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