Estoy contenta.

Hoy estoy verdaderamente contenta. Los últimos días, aunque sobrecargados, al final, me han dejado un buen regusto.
Comenzando por el martes, hice mi trabajo, lo mejor que se y el resultado fue el deseado. Ya fuera de mi control y pese a las advertencias severas que recibió, mi cliente agresora/víctima, y dado que era su voluntad y Dios no lo ha remediado, el miércoles acabó en la trena por incumplir la orden de alejamiento.
Ese mismo día, tenía un Penal, llegué dispuesta a pelear porque la oferta de la Fiscal era pésima, tras varias idas y venidas y de exponer las mejores razones que mi cliente entendió y su padre no, el chaval aceptó la conformidad y, en mi opinión profesional, consiguió un buen acuerdo.
Al tiempo que todo esto sucedía, mi asunto estrella entraba en su fase decisiva, con unas grandes expectativas favorables.
El jueves se planteaba difícil también, flecos de la guardia del martes y ha terminado con un saldo positivo. Otra joven víctima que ha conseguido la tranquilidad.
Nuestra Revista USUS FORI ya está en la calle, misión cumplida, también por ese flanco.
Y para terminar de endulzarme la existencia, esta mañana he degustado una delicatessen, unos bombones rellenos de dátiles, absolutamente espectaculares (los hace el padre de mi amiga Sara).
Aunque la guinda de mi pastel ha sido la lotería de Navidad, por primera vez en mi vida me ha tocado algo más que el reintegro, en los décimos que compramos las madres del Cole, a la vuelta de vacaciones nos vamos a comer el "Gordo" (25 € por cabeza no da para tapar agujeros) 

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