Día Internacional del Trabajo

Hoy se celebra en todo el mundo occidental el día internacional del trabajo. En España hay millones de razones para no celebrar nada, exactamente cinco millones seiscientas mil, que es el número de personas que están en el paro.
Qué se puede hacer frente a esto? Yo no tengo una receta mágica, ni siquiera una idea aproximada, pero si tengo claro qué no hay que hacer. Si seguimos con las rigideces preexistentes en nuestro mercado laboral, si la competitividad no es nuestro objetivo, si ignoramos la necesidad imperiosa de asumir la movilidad, no sólo geográfica, sino también funcional, si mantenemos los esquemas mentales y sentimentales del siglo XIX, incluso del XX, si los trabajadores no aspiramos a ser empresarios y los hijos dejamos de querer ser funcionarios, para empezar a querer ser productivos, nunca saldremos de este pozo.
Admiro, como en otros aspectos, la cultura del trabajo de los norteamericanos, de todas las procedencias, han adoptado como propios los presupuestos protestantes (cuáqueros) más arraigados, todos quieren ser empresarios, nadie aspira a que le den resuelto su futuro, y nadie cree que un trabajo es, obligatoriamente, para toda la vida.
Termino con un ejemplo, esta tarde viendo un documental en un canal nuevo, un señor de los que controlan los escáneres en los aeropuertos, hasta el 11-S era ingeniero astrofísico.

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