Mucha paciencia.

No sé si en el Máster de Abogacia, o en el Curso de la Escuela de Practica Juridica, alguno de los profesores les explica, a los pobres abogados en ciernes, las ingentes dosis de paciencia que diariamente, cuál Jobs del siglo XXI, habrán de derrochar.
Desde las tediosas esperas en los pasillos de las salas de vistas de todos los Tribunales, a las de las Notarías para la firma de cualquier documento, pasando por los "aguardos" a Jueces o Fiscales para tratar cualquier asunto. Y, por supuesto, pasar una y otra vez por la misma oficina judicial tres, cuatro o cinco veces en una mañana para pillar a lazo al funcionario que lleva el asunto.
Hasta aquí, cuando estamos fuera del despacho, ¿y dentro, la cosa mejora?. No, rotundamente no, empezando por el cliente que cree que cuando le citas a las 17:00, puede llegar a las 17:45, retrasando todas las demás visitas de la tarde, y terminando con nuestro odiado LexNet que decide hacer una parada técnica cuando más lo necesitas, o tiene a bien quedarse en stand by durante cincuenta minutos antes de que puedas descargar la notificación de rigor.
Pues, si nadie os lo ha dicho, compañeros, cada mañana, cualquier abogado, junto con su desayuno, ingiere una dosis triple de paciencia.
Feliz Finde.

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