Se nota.

A estas alturas, y tras haber liquidado ya todas las vistas y juicios previstos hasta el 5 de septiembre, empiezo a relajarme.
Los contenciosos están preparados para presentarse el 31 de julio, y la Ejecución medio enjaretada por las abogadas en prácticas, a falta de revisión y recálculo.
Pero aun así, hasta el último día a última hora, no me quedaré tranquila, y eso, que, ya sabemos que agosto sólo es inhábil en vía civil, lo que me obliga a recoger el correo electrónico a diario aunque esté en las antípodas intentando desconectar.
Al final llega el nuevo año judicial y ni un sólo día has desconectado completamente.

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