Cuentas en Familia.

La mayor parte de los problemas que se dilucidan en el Juzgado de familia tienen que ver con las relaciones personales, y suelen ser dolorosos, para uno, para otro, para ambos, y siempre para los hijos.
Sin embargo, tras casi cada una de esas disputas, se esconde o se trata de ocultar el trasfondo económico que subyace, y que une inmisericordemente a las parejas, no hasta que se disuelve el vínculo, si no hasta que se liquida la hipoteca.
Como la mayoría no quieren o no son capaces de esperar 40 años, pretenden que la otra parte "les pague su mitad", sin pensar que todo el proceso es más complejo y enjundioso, y cuesta mucho más tiempo y dinero del que ellos tienen, o pueden pagar. Y siempre olvidan la precaria situación financiera en que se encuentra el otro.
Y mientras tanto, nuestra labor consiste en hacer más cuentas que un niño de Primaria. Y ello porque, como sabido de donde no hay, no se puede sacar, y si el cliente, al final, tiene que compensar al otro, que sea en una cantidad prudencialmente escasa.

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