Mucha pasta

Cuando se prepara una denuncia, de esas que ocupan ocho folios por las dos caras a un solo espacio y treinta documentos, llega un momento, el más difícil, calcular la fianza a solicitar.
Se suman todos los gastos, perjuicios, intereses, y se te cuelga la máquinita cuando tienes que valorar  la sinvergonzoneria, el abuso de confianza, las trampas, trucos y triquiñuelas que ha tenido que soportar el pobre denunciante, y también la desazón de afrontar que han sido engañados, en ese instante querrías reclamar todo el dinero del Banco Central Europeo.
El denunciado lo ha hecho todo bien para que ahora nada le afecte, y tiene la certeza de que cuando esto termine, seguirá teniendo "su" pasta a buen recaudo.
No podemos permitírselo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobresaltos.

Tan deprisa, tan despacio.

Somos personas y esto una pandemia.