Y llegaron los catarros.

Y con ellos las tardes trabajando en casa, entre medicamentos y zumos, porque, sigo siendo una madre a la antigua usanza, es decir, que se ocupa de su hijo cuando está en enfermo.
La ventaja de vivir en el siglo XXI, y de ser una geek es que no te libras de trabajar ni aunque te quedes en casa.
He aprovechado, en cualquier caso, para preparar un Recurso de Apelación contra un Auto de transformación en Falta de un asunto muy delicado. Ni siquiera se han tomado la molestia de tomar una declaración o proveer sobre la prueba que se proponía en el escrito inicial de querella, se lo ha ventilado sin pasar por la casilla de salida. La excusa de que el Juzgado está sobrecargado no me sirve, hay 8 funcionarios, un Secretario Judicial y un Juez, y esto es Badajoz, no Madrid.
Y además un escritito para la Audiencia, si, un condenado por estafa y fraude pide a la Sección 1ª que le devuelva una fianza que él no prestó, es muy divertido leer que quiere que le den lo que no es suyo, ¡tendrá caradura!. En fin, el personaje no ha variado pese a los tres años y medio que lleva en el trullo, aunque yo tampoco hubiera cambiado si mi internamiento fuera como el suyo, sólo va a la cárcel a dormir, y eso que sus condenas suman más de 10 años.
Mañana será otro día, espero que con menos toses y pañuelos. 

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