Se consuma.

El post del miércoles, se consuma.
De nada me ha servido la reunión mantenida esta mañana con mi cliente, le he tratado de hacer entender el craso error que va a cometer, pero el peor sordo siempre es el que no quiere escuchar.
Nosotros no podemos más que aconsejar, exponer los pros y los contras, advertir de previsibles consecuencias, pero nunca decidimos.
Durante los últimos veintipico meses he luchado por sus intereses, y ahora ¿qué?.
Aún no me han pagado mi trabajo del desahucio y ya van a hacerle a la ejecutada un contrato de alquiler de esa vivienda, las lágrimas de cocodrilo tienen más fuerza que un abogado y un hijo...
¿De verdad ha válido la pena luchar por ese ingrato?

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