Mis guardias y yo.

Hoy estaba de Asistencia al detenido, y he empezado pronto, a las 9 y poco la Comisaría, y de camino, Instrucción, y como no estaba segura de que la "maquinita" hubiera recibido mi confirmación, al final he asistido antes al del Juzgado que al de la Policía.
Cuando creía que estaba tranquila, hacia la una y media de la tarde, me ha llamado la Guardia Civil de San Vicente de Alcántara, y yo sin coche, así que he tenido que removerlo todo para deshacer la aceptación de la asistencia.
Ya si que pensé que había terminado, cuánto me había equivocado. 
Al volver de hacer la compra, nuevo aviso, y nuevo paso por Comisaría, mientras mi comida se descongelaba bajo los 38º de la tarde pacense.
En fin, así son las guardias de una madre.

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