La suerte.

A veces, pocas, realmente pocas veces, la suerte, la casualidad, el "fatum" se  alía contigo y las cosas salen rodadas.
Esta mañana ha sido una de esas ocasiones. 
A primerísima hora hete ido una reunión con un cliente tal terminar, me ha comentado que el abogado contrario era un compañero, al que la fortuna ha hecho que me encontrase diez minutos después, con lo que, es posible que este asunto se pueda negociar y no tengamos que solventarlo togas con puñetas mediante.
Me gustaría que fuese así a diario, aunque me conformo aconseja que me pase sólo los viernes.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobresaltos.

Tan deprisa, tan despacio.

Somos personas y esto una pandemia.