Cansancio.

En ocasiones, sobre todo cuando el justiciable es inocente, acaba por pedir que se acabe su suplicio judicial por puro cansancio emocional.
Me he encontrado en varias ocasiones con esa circunstancia, el propio cliente me dice "no puedo mas". Aunque yo vea visos de prosperabilidad de una apelación, o plantee la conveniencia de una no conformidad, ellos, asqueados, se rinden.
Cuando el cliente quiere luchar contra tu criterio, la experiencia me dice que tiene mas visos de culpabilidad que de otra cosa.
La mayoría de los inocentes no pelea, se resigna a la inevitabilidad de la marabunta de un proceso que no comprende, basado en unas leyes que no conoce y regido por un juez del que desconfía.

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