No me voy a quejar
Me niego rotundamente a quejarme, a decir que a medio año ya estoy agotada, que cada vez me cuesta más soportar todo lo que, en el plano profesional, me enfada, me angustia y me sobrepasa.
Cada día de cada semana de cada mes, es lo mismo.
Resoluciones judiciales basadas en opiniones y prejuicios y aderezadas con abundante jurisprudencia ad hoc en lugar de hacerlo sobre los razonamientos jurídicos y las pruebas incorporadas a las causas. Los dobles, triples e incluso, cuádruples raseros de la Fiscalía en función de inexcrutables razones personales y subjetivas de los autores y del momento del día en que las redactan, en lugar de hacerlo sobre la defensa de la legalidad, que por mandato constitucional y legal, tienen encomendada.
No, no me quejo, sólo constato una realidad clamorosa y triste. Hace años que obviamos la Justicia y la cambiamos por una verdad material a medida del autor.
En fin, mañana será otro día y brillará el sol...o tendremos niebla, como estos dos últimos días.
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