¿Escuchan?

Cada vez que me siento en una Sala de vistas tengo la sensación de que el/la/los de las puñetas que se sientan a mi derecha o a mi izquierda, es indiferente mi ubicación relativa, oyen, pero no escuchan ni una sola sílaba de lo que decimos los simples togados.
En algunos casos es tan notorio y palmario que se dan cuenta hasta los de la tercera fila del público, en otros es sibilino y disimulado bajo la toma de notas.
Luego cuando lees las Resoluciones, la sensación, la sospecha se verbaliza en forma de "¿de dónde co-o ha sacado eso? ¿qué documento ha leído que yo no he visto? ¿no nos habremos confundido de juicio?".   
Y para que mencionar cuando se presentan las conclusiones por escrito, entonces si que la desesperación alcaza el cúlmen, no sólo no escuchan, ni siquiera se toman la molestia de leer, entonces ¿alguien me puede explicar a qué dedican las horas y horas que están sentados en sus despachos por las mañanas los días que no hay vistas?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
A tocarse las pelotas, o los ovarios según el caso.
O sea, a lo mismo que la mayor parte del resto de funcionarios, a vivir haciendo como que trabajan para luego cobrar y, en la intimidad, presumir de que no hacen ni el huevo.

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