No escuchas...te recuso.
Esa es, en pocas palabras la conclusión. a la que me han hecho llegar.
Por activa y por pasiva, en español y castellano, por escrito y a ordenador, en fin, de todas las maneras imaginables, le he tratado de hacer ver que estaban metendo la gamba, con algo tan sagrado como el derecho de defensa.
De las mismas formas y maneras, me han desoido, desatendido e ignorado.
La alternativa era esperar y aguantar o como dicen los chicos "un ZAS en toda la boca". Con la disyuntiva tan clara, he elegido la opción B y, en consecuencia, he preparado una preciosa, estupenda y bien fundamentada RECUSACIÓN contra el Magistrado.
Estoy dispuesta a ver hasta dónde llega su tozudez, su terquedad. Si el sordo, yo téntigo, si el ciego, yo perseverante, y así hasta que aparte sus "sucias manos" de mi asunto.
Entonces podré plantear, nuevamente, la nulidad de actuaciones y las Previas se sobreseerán y archivarán.
Si fuera honesto y profesional, el olor a azahar y cirios de la Semana Santa y los rebujitos con lunares de la Feria, se le deberían atragantar, pero si no le importa nada, como parece, se lo pasará estupendamente.
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