Tres días hábiles.

Si, esos son los que quedan en la jurisdicción civil, tres y sólo tres, como los ositos de Ricitos de Oro, como los Cerditos del cuento, como los Mosqueteros de Dumas.
Ayer una amiga mía, Procuradora, me decía que me quería mucho, y por eso, me quería perder de vista durante un mes, y yo a ella, que también la quiero mucho, le deseé lo mismo.
y eso mismo quiero desear a todos los compañeros que a estas alturas de año judicial están deseando cerrar todo lo posible.
Es el momento de parar y reflexionar sobre todo lo sucedido desde el pasado 1 de septiembre, porque, para nosotros, los años acaban el 31 de julio y comienzan el 1 de septiembre.
Para ir haciéndonos al ánimo, estamos de fin de semana.  

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