Mirado desde su punto de vista

Las personas, según su propia experiencia, acaban por interpretar la Justicia de una forma peculiar.
Si, cuando se pretende por todos los medios cumplir estrictamente lo dictado por una Sentencia firme, todo se le vuelve en contra, y a nadie le preocupa la obediencia exhibida, el justiciable acaba por entender que ese no es el camino para obtener el respeto mostrado.
Si, cuando se torpedea cualquier intento de normalización, en aras del ejercicio abusivo de la propia voluntad, y se es premiado, ese justiciable entiende que así es como hay que conducirse.
Al final, los obedientes acaban por perder las pizcas de respeto que les podían quedar respecto de la Justicia y comportándose como los sinvergüenzas.  

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