Calor y juicios.

El mes de julio es el peor, hace mucho calor y ponerse la toga es un auténtico suplicio, pero los señalamientos no se suspenden, según la LEC por causas climatológicas.
Por las tardes es imposible sentarse en los despachos, aunque se ponga el aire acondicionado a tope.
Deberíamos tener las vistas a las 6 de la mañana y a las 10 todos en casa y las tardes para aguantar el turrutero en las piscinas.
Pero nada de eso es posible, entre otras cosas, porque es el mes en que parece que los Juzgados nunca volverán a abrir tras el 1 de agosto, o al menos eso creen los clientes. Y si hablamos de Familia, empiezan los problemas de las vacaciones estivales de los menores.
Julio es un lujo...

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