Bien está

Como se dice vulgarmente, bien está lo que bien acaba.
Después de meses de incertidumbre, de jornadas maratonianas en la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres, de viajes a Navalmoral, de vídeos de Instagram y artículos en la prensa, por fin, hoy, se ha puesto fin a un sinsentido provocado por la falta de escucha proactiva de una Magistrada y un Fiscal.
Cuando en noviembre se celebraron las Medidas Provisionales, y la menor, de 15 años, manifestó su voluntad inequívoca de vivir con su padre, nadie quiso escucharla. Se atendió a su hermanastra mentirosa, y a una extraña compulsión a mantener a una hija bajo la guarda de una madre maltratadora, posesiva y egoísta, que no dudó, ni un instante, en arrebatar a su hija de su casa, su entorno, su ciudad y su vida, para encerrarla en una aldea, conviviendo en el campo con una treintena de perros y su nuevo novio, que no pestañeó al intentar cambiar a su hija por unos muebles gananciales con su esposo, y que, sin dudar, hace menos de un mes, rajó las ruedas motrices del vehículo en que iba a viajar su "adorada" hija (adorada ante el Juzgado, claro).
Hoy por fin, la menor está con quién y dónde quiere estar.
Esperemos que sea el último capítulo de esta macabra historia, aunque tengo la certeza de que no será así.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobresaltos.

Tan deprisa, tan despacio.

Somos personas y esto una pandemia.