Autos evaporados

A lo largo de estos dos últimos días, algun compañero, de algún lugar del país, con o sin NOJ (Nueva Oficina Judicial) seguro que ha pasado más horas de las deseables persiguiendo unos Autos, un documento, un expediente extraviado en algún agujero negro judicial o administrativo.
Es de esos misterios insondables de la Justicia. Unos Autos, en los que se ha dictado inhibición y han sido dados de baja en los libros correspondientes del Instrucción A hace una semana, aún no han llegado, ni han sido dados de alta en los libros del Instrucción B, situado a quince metros de pasillo en la misma planta.
Otras veces tienes la sensación de que los pleitos entre la Fiscalía y el Juzgado de Familia que están uno encima debajo de la otra, suben y bajan ellos solos las escaleras, folio a folio. Y mientras son transparentes o invisibles al ojo humano, que todo puede ser.
Pero no sólo de la Justicia, para que mencionara los negociados, secciones, servicios o direcciones generales de cualquier administración, sea local, provincial, autonómica o nacional. Los expedientes van y vienen, por una suerte de conducciones ocultas bajo en suelo o en la paredes. Cuando vas al Negociado, el día anterior lo habían remitido a la Sección, al llegar allí, se lo acaban de subir al Servicio y cuando llegas, son las dos y media de la tarde y no quedan ni las bombillas.
Esa sensación de buscar el tesoro en una ginkana sin fin, es connatural a cualquier Letrado, ¿verdad @B_Lara? 

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