¿Termina la presión? Con un chocolate caliente si.

Cada día, desde el pasado 1 de septiembre, es una suerte de carrera contrarreloj, contra los Juzgados y a estas alturas y, ya que no somos jóvenes, pesa y cuesta hasta encontrar la palabra adecuada para el Recurso. 
Pero no sólo eso, los palos judiciales ayudan bastante a la sensación de agotamiento.
Sin embargo, no queda mas remedio que sobreponerse y volver a levantarse después de cada caída, a lo que suele ayudar, en estos días fríos, un buen chocolate caliente después de cenar.
Con este curatodo casero y tradicional, se ven las cosas de otra manera.
Mañana volveremos a enfrentarnos al gélido diciembre, a la ignorancia de la ley por quienes tienen obligación de hacerla cumplir y al aroma navideño que ya se respira.

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