Haciendo amigos.

Léase el título con todo el sarcasmo y la ironía posible.
Parece ser que desde este modesto blog, soy capaz de incomodar a gente a la que ni siquiera conozco, porque como es público cualquiera lo puede leer, cualquiera lo puede compartir y cualquiera puede tomárselo de manera personal.
La mayoría de los que me leen, suelen conocerme y saben que, desde que comencé con él, escribo lo que me parece, sin cortarme, contra todo y contra todos.
En contadas ocasiones alguien, mis amigos, suelen ser los protagonistas de las pequeñas historias cotidianas, las humildes reflexiones, los cabreos jurídicos y judiciales. En esos casos, la persona aparece con su nombre, y es avisada de la circunstancia, unas veces indeseada, otras deseada.
En el noventa por ciento de los post, no hay personas, sino hechos, situaciones.
Si alguien, en algún momento se identifica con lo que he escrito, por algo será.

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