Hay que leer.

Cuantas veces nos repetían en el Colegio esa frase, y cuantas veces la hemos desoido. Sin embargo es muy importante leer, o en otras situaciones escuchar, todo lo escrito y todo lo dicho.
Hoy he vivido dos ejemplos de que si estás atento, muchas cosas pueden variar. Una ha sido en Sala, en mis Provisionales me han pedido un régimen de visitas, que en principio, parecía extenso, pero asumible, excepto por el hecho, conocido por mi, pues había escuchado a mi cliente, que quien lo proponía tiene horario laboral vespertino durante nueve meses al año, por lo que era imposible que se cumpliese ni un solo día. Mi contrario ha tenido que aclarar que era sólo los tres meses restantes, el resto del año...no hay visitas intersemanales.
La segunda ha tenido lugar esta tarde, cuando he recibido un email de otro contrario en donde pide explicaciones sobre unos alimentos, y las pide porque no había leído la Resolución en la que establecía en qué cuenta se debían ingresar.
Hay que leer y hay que escuchar.

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