Un moderno.

¡Que mayor soy!. Soy muy mayor, ya algunos Magistrados son mucho más jóvenes que yo, y sobre todo, más modernos.

Hoy, por primera vez en mi vida, he celebrado un juicio presidido por un hipster. 

No me preocupa, ni creo que me preocupe en un futuro, la apariencia física de la gente, y tampoco él va a ser una excepción.

Le había visto un par de veces por el Juzgado, pero aún no había tenido Sala con él, y hoy ha sido el día, y como no tengo prejuicios y sólo me importa que hagan bien su trabajo, con sujeción a la Constitución y las Leyes, he salido satisfecha de la vista. Se ha desentendido en el momento oportuno y ha tomado la iniciativa cuando era necesario. Sin alaracas ni malos modos, sólo ejerciendo su función.

Ha sido como un soplo de aire fresco, en el ambiente enrarecido de ese orden jurisdiccional. 

Tantos palos en las ruedas me ponen en el otro Juzgado, que la actitud de negociación que propicia, me ha reconciliado con ella.

Hoy lo voy a decir, sin que sirva de precedente, gracias Señoría.