4º día.

Y ya van 4. Poco a poco queda menos para salir de esta situación.
Hoy, por primera vez en una semana, he salido a la calle a dar un pequeño paseo a mi Yorkshire.
Había hecho limpieza en casa, había intentado trabajar, más allá de solventar dudas a clientes por teléfono o whatsapp. Me ha resultado casi imposible, no tengo la cabeza en asuntos que se resolverán cuando esto termine.
Esta tarde, un puñado de amigos, de los cuatro puntos cardinales, nos hemos reunido, reído, y sentido acompañados durante un rato, y en esa reunión virtual, hemos tenido una visita muy especial, Cuca, la madre de Bea, ha sido genial contar con ella un ratito, una mujer excepcional, como su hija y como los amigos que nos hemos reunido. Por circuntancias, nos han faltado dos, Fernando y Asun , pero mañana ellos también nos acompañarán, y estaremos menos solos, menos aislados, más cerca que nunca, pese a las distancias.
Esta obligatoria separacion, saca lo mejor de nosotros, en lugar de lo peor. Eso nos hace grandes.
La jornada ha terminado cocinando y bailando con otro grupo, divertido y serio, sensato y loco.
Estamos juntos en esto, y gracias a las redes sociales y a la mensajería instantánea, lo vamos a pasar juntos.
Por supuesto, a las 20:00 hemos salido a aplaudir a todos aquellos que hacen posible que sigamos, si no os importa, os los nombro: todo el personal al servicio de la salud, todo el personal de las tiendas que permanecen abiertas, todo el personal de las Fuerzas Armadas y de las FFCCSSEE, Bomberos y Abogados de oficio, los que se ocupan del transporte público y los transportistas, los agricultores y ganaderos, los científicos que están buscando la solución al bicho.... En fin, todos los que en estos momentos arriman el hombro.
Gracias un día más.
 

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