Comer en el despacho.

Estas últimas semana he comido en el despacho varios días, unos por obligación , otros por voluntad propia para poder tener un rato de tarde libre.
He comprobado varias cosas, la primera, que entre las dos y las cinco, no te molesta nadie, está todo el mundo comiendo o echando una mini siesta. La segunda, que como no cortas del todo la rutina laboral, es más fácil retomar el hilo del trabajo. La tercera, que me estoy planteando seriamente cambiar mi jornada partida por una continua de nueve a cinco, aunque mi familia saldría perdiendo!.
El único inconveniente del horario seguido es que tengo que cambiar la ancestral tradición, mañanas de Juzgado, tardes de Despacho. Los clientes se han ido acostumbrando a que los cite a las 4, 4:15, ahora sólo falta que acepten venir a las 3 o las 3 y media.
Los Procuradores hace tiempo que dejaron de enviar faxes, todas las notificaciones van por email y esos los recibo en el móvil o en el IPad.
Creo que me voy a decidir, !Año Nuevo, Horario Laboral Nuevo!.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobresaltos.

Tan deprisa, tan despacio.

Somos personas y esto una pandemia.